Este acercamiento marca un giro en la relación bilateral, abriendo la puerta a un posible acuerdo comercial y a una desescalada en las tensiones proteccionistas. La reunión tuvo lugar el domingo 26 de octubre en Kuala Lumpur, en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

El diálogo se centró en los aranceles del 50 % que Washington había impuesto a varios productos brasileños, una medida que Brasilia consideraba una represalia política. Ambos líderes mostraron una disposición constructiva para encontrar una salida. El presidente Lula expresó su optimismo en redes sociales: “Estoy convencido de que en pocos días tendremos una solución definitiva entre Estados Unidos y Brasil para que la vida siga buena y justa para nuestros pueblos”.

Por su parte, Trump, quien describió a Lula como “un tipo muy vigoroso”, ordenó a su equipo económico iniciar las negociaciones para suspender los aranceles mientras se alcanza un pacto.

Este avance contrasta con la situación de otros países latinoamericanos como México, Argentina y Colombia, que continúan enfrentando altas barreras arancelarias por parte de Estados Unidos. Adicionalmente, Lula aprovechó la reunión para ofrecer la mediación de Brasil en la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, defendiendo a América Latina como una “región de paz”.