Sin embargo, una vez en el poder, declaró que dicha lista no existe y calificó el tema como una “estafa demócrata”.

Esta contradicción ha generado fisuras incluso en su base de apoyo, con figuras como la congresista Marjorie Taylor Greene exigiendo la publicación de todos los documentos del caso. La presión pública ha sido avivada por las víctimas, quienes reclaman al FBI y al Departamento de Justicia la desclasificación de miles de páginas de material reservado. La cercanía de Trump con Epstein en las décadas de 1990 y 2000 está documentada en fotos y testimonios. En 2002, Trump declaró: “Conozco a Jeff desde hace quince años.

Es un tipo fantástico.

Se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas están en el lado más joven”. Otro elemento clave es el silencio de Ghislaine Maxwell, cómplice de Epstein condenada a 20 años de prisión. Las sospechas de un posible indulto presidencial por parte de Trump han crecido, especialmente después de que el presidente no negara esa posibilidad, afirmando su derecho a ofrecerlo.