Aunque los detalles del acuerdo preliminar no se han hecho públicos, el avance fue reportado por funcionarios involucrados en el diálogo.

Paralelamente, la administración Trump está considerando imponer nuevas restricciones a la exportación de software empresarial crítico (como sistemas ERP y CRM) a China, una medida que replicaría las sanciones aplicadas a Rusia.

Trump ha declarado tener una “excelente relación con el presidente Xi” y espera lograr un “buen acuerdo”, pero advirtió que aplicará más represalias si no se alcanza un consenso equitativo.

La cumbre Trump-Xi será decisiva para determinar si este acuerdo preliminar puede consolidarse y poner fin a la guerra arancelaria entre las dos mayores economías del mundo.