La decisión ha provocado una grave crisis diplomática entre los dos países vecinos.

La controversia se desató por una campaña publicitaria del gobierno de Ontario contra los aranceles al acero y aluminio impuestos por Trump.

El anuncio incluía un fragmento de un discurso de 1987 en el que Reagan advertía que los aranceles causan “guerras comerciales y desastres económicos”.

La reacción de Trump fue inmediata y contundente. A través de su red social Truth Social, calificó el anuncio de “falso y fraudulento” y acusó a Canadá de un “comportamiento atroz”.

En mayúsculas, sentenció: “TODAS LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES CON CANADÁ QUEDAN TERMINADAS”.

La Fundación Ronald Reagan también se pronunció, denunciando que el video tergiversaba las palabras del expresidente y que no se había solicitado permiso para su uso. El primer ministro de Canadá, Mark Carney, declaró que su gobierno estaba listo para reanudar las conversaciones, pero la ruptura por parte de Washington deja en el aire el futuro de la relación comercial y la resolución de disputas arancelarias que afectan a industrias en ambos lados de la frontera.