El canciller brasileño, Mauro Vieira, describió el encuentro como “muy positivo y constructivo”, y confirmó que Trump se comprometió a instruir a su equipo económico para avanzar en las negociaciones. Además de la agenda comercial, Lula da Silva aprovechó la oportunidad para ofrecerse como mediador en el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela. El mandatario brasileño defendió a América Latina como una “región de paz” y propuso servir de interlocutor para “buscar soluciones que sean mutuamente aceptables”. Esta propuesta surge en un contexto de alta tensión, tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe.

Trump, por su parte, describió a Lula como “un tipo muy vigoroso” tras una “buena reunión”, dejando atrás los comentarios sobre su aliado Bolsonaro.