UU.

Además de Petro, fueron incluidos su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti.

En respuesta, el presidente Petro calificó la medida como una “paradoja” y una “mentira” motivada políticamente, afirmando que es una “expresión típica de la mafia colombiana durmiendo en Miami con sus aliados de la extrema derecha”.

Anunció que se defenderá judicialmente y negó tener activos en Estados Unidos.

El secretario de Estado, Marco Rubio, intentó matizar el alcance de la medida, asegurando que “nuestro problema con él (...) es que, de hecho, no está cooperando con (nuestra) lucha antidrogas, y consideramos que es mejor abordarlo a nivel individual”, y no contra el pueblo colombiano.