Trump manifestó a bordo del avión presidencial estar “dispuesto, sin duda” a reunirse con Kim si este lo desea, aunque aclaró que no creía que la reunión se produjera durante este viaje. A pesar de que la Casa Blanca no ha confirmado una cita formal, el gobierno surcoreano afirmó que el encuentro “sigue siendo posible”, destacando que se han observado “señales” de acercamiento y preparativos en Panmunjom, la aldea en la zona desmilitarizada que sirvió de escenario para su histórico encuentro en 2019. Esta apertura diplomática ocurre poco después de que Corea del Norte lanzara varios misiles balísticos de corto alcance.

Además de la diplomacia nuclear, la gira tiene un fuerte componente económico. Antes de la llegada de Trump, delegaciones comerciales de Estados Unidos y China se reunieron en Kuala Lumpur para intentar reducir las tensiones.

El presidente estadounidense tiene programada una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur, para avanzar en un posible acuerdo que ponga fin a la escalada arancelaria entre ambas potencias.