El mandatario estadounidense acusó a Petro de ser un “líder del narcotráfico” y afirmó que, bajo su gobierno, Colombia “produce cocaína a niveles que nunca hemos visto antes”.
En consecuencia, declaró: “A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidios, ya no se harán más a Colombia”. Aunque no se especificó el monto total congelado, los informes indican que la ayuda estadounidense a Colombia en años recientes superaba los 200 millones de dólares anuales, y en 2023 alcanzó los 740 millones, destinados a programas de seguridad, desarrollo rural y asistencia humanitaria a través de agencias como USAID. La suspensión de estos fondos amenaza con impactar proyectos clave, especialmente en zonas afectadas por el conflicto y los cultivos ilícitos.
Adicionalmente, Trump amenazó con imponer nuevos aranceles a los productos colombianos.
El presidente Petro reaccionó minimizando el impacto de la medida, declarando: “¿Qué pasa si nos quitan la ayuda?
En mi opinión, nada”.
Argumentó que dicha ayuda no se refleja directamente en el presupuesto nacional, sino que es gestionada por ONG y contratistas estadounidenses, calificándola como “una ayuda para ellos mismos”.
No obstante, la decisión es vista por analistas como un golpe significativo a la cooperación bilateral y un riesgo para la estabilidad económica y de seguridad de Colombia.












