Mientras tanto, el enfrentamiento político continúa. El presidente Trump y los republicanos culpan a los demócratas por el bloqueo, instándolos a negociar para reabrir el gobierno. Por su parte, los demócratas acusan a la administración de intransigencia.

La Casa Blanca ha prometido “aguantar el cierre” e incluso ha amenazado con despidos masivos, aunque un juez federal ha bloqueado temporalmente esta medida.

A pesar de que el asesor económico de Trump, Kevin Hassett, expresó que el cierre “probablemente” terminaría pronto, no hay señales claras de un acuerdo inminente, y los mercados de predicción apuestan a que la disfunción podría extenderse hasta el Día de Acción de Gracias.