El acuerdo facilitó la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes vivos en manos de Hamás y la entrega de cuerpos, a cambio de la liberación de casi 2.000 prisioneros palestinos. Figuras como Joe Biden y Kamala Harris reconocieron el papel de Trump en el logro. Posteriormente, en un discurso ante el Parlamento israelí, la Knéset, Trump declaró que “la larga y dolorosa pesadilla de la guerra está llegando a su fin” y tendió una “mano de amistad” a Irán para unirse al proceso de paz. En ese mismo discurso, interrumpió su alocución para dirigirse al presidente israelí, Isaac Herzog, y pedirle el indulto para Netanyahu.

“¿Por qué no le concede un indulto?

(...) ¿A quién le importan unos cigarrillos y champán?”, dijo Trump, minimizando los cargos de fraude y soborno que enfrenta el primer ministro.

La petición generó controversia, aunque coincidió con declaraciones previas de Herzog, quien no descartó considerar un indulto si se le solicitaba formalmente.