Durante su posterior visita a Israel, fue recibido con una ovación en la Knéset (Parlamento israelí), donde reiteró su mensaje de triunfo y prometió ayuda para la reconstrucción de Gaza. La primera fase del plan se materializó con la liberación de los 20 rehenes que seguían con vida. A pesar del éxito diplomático celebrado por la Casa Blanca, analistas internacionales han señalado la fragilidad del acuerdo, apuntando a que temas fundamentales como el futuro gobierno de Gaza y el desarme de Hamás no han sido resueltos.

Además, la administración Trump ha emitido fuertes advertencias a Hamás, amenazando con una intervención militar directa si el grupo reanuda los ataques contra civiles.

En un gesto controvertido durante su discurso en Israel, Trump también solicitó públicamente al presidente Isaac Herzog que indulte al primer ministro Benjamín Netanyahu, quien enfrenta un juicio por corrupción.