Trump acusó al gobierno venezolano de “vaciar sus cárceles” para enviar criminales a Estados Unidos y de estar detrás del tráfico de estupefacientes hacia territorio estadounidense.

En declaraciones a la prensa, el mandatario afirmó: “Ciertamente, estamos pensando ahora en la tierra, porque ya tenemos bien bajo control el mar”.

Sin embargo, al ser consultado sobre si había autorizado la “eliminación” de Nicolás Maduro, calificó la pregunta de “ridícula”. La respuesta de Caracas fue inmediata y contundente. El gobierno de Maduro denunció las acciones como un “acto de agresión”, una “gravísima violación del derecho internacional” y un intento de orquestar un golpe de Estado para apropiarse de los recursos petroleros del país. En respuesta, Maduro activó planes de defensa como la operación ‘Independencia 200’ en estados fronterizos. La situación también provocó la reacción de líderes regionales, como el presidente colombiano Gustavo Petro, quien advirtió sobre el riesgo de desestabilización que implicaría una intervención de la CIA o una acción militar en el país vecino. La escalada de Washington se complementa con un despliegue militar en el Caribe, que incluye el sobrevuelo de bombarderos B-52 y la presencia naval, lo que alimenta el temor a un conflicto armado inminente.