El propio Trump, quien aspiraba al premio, reforzó esta idea al afirmar que ha puesto fin a ocho guerras.

Sin embargo, en una comparecencia posterior, el mandatario ofreció una versión diferente de los hechos.

Entre risas, aseguró haber hablado con Machado, quien supuestamente le dijo: “Estoy aceptando esto en tu honor porque realmente te lo merecías”.

Trump calificó el gesto como “muy amable” y añadió: “Y la he estado ayudando en todo momento.

Necesita mucha ayuda”.

La afirmación de Trump no carece de base, ya que Machado publicó un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter) en inglés que decía: “¡Dedico este premio al sufrido pueblo de Venezuela y al presidente Trump por su decidido apoyo a nuestra causa!”. Esta dualidad en la reacción de Washington —un rechazo institucional y un elogio personal por parte del presidente— refleja la compleja dinámica de la política exterior de Trump, donde las relaciones personales a menudo se superponen con las posturas oficiales.