El presidente Trump reaccionó enérgicamente a través de su red social Truth Social, calificando la decisión china como “extremadamente hostil” y “una desgracia moral”. Acusó a Pekín de intentar “tener al mundo como rehén” al dominar el mercado de estos 17 elementos químicos, que son cruciales para industrias estratégicas como la defensa, los semiconductores y los vehículos eléctricos.
En represalia, Trump anunció que “Estados Unidos impondrá un arancel del 100 % a China, además de cualquier arancel que esté pagando actualmente”.
Adicionalmente, informó sobre la implementación de controles a la exportación de “todo software crítico” hacia China.
La noticia provocó un desplome inmediato en Wall Street, con los principales índices bursátiles cayendo más del 3 %.
Como consecuencia de la escalada, Trump también canceló una reunión prevista con su homólogo Xi Jinping, que iba a tener lugar en la cumbre de APEC, afirmando que “ahora no parece haber razón para hacerlo”.












