El Departamento de Educación de Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha ordenado a varios distritos escolares de Florida poner fin al programa “Latinos in Action”. La directriz argumenta que la iniciativa podría violar leyes federales de derechos civiles al operar con cuotas étnicas. La orden, comunicada por el subsecretario interino del área de derechos civiles, Craig Trainor, sostiene que el programa podría infringir el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Según el Departamento de Educación, “Latinos in Action”, una iniciativa enfocada en el desarrollo académico y de liderazgo para jóvenes hispanos, establecía que el 80 % de sus participantes debían ser latinos, lo que el gobierno federal considera un “balanceo racial ilegal”. Como consecuencia, distritos como Seminole County y Broward County han comenzado a acatar la medida para no arriesgar la pérdida de millones de dólares en financiación federal.
En Seminole, el programa será reemplazado por un nuevo curso llamado “Leaders in Action”.
Los defensores del programa, que llevaba más de ocho años en funcionamiento, rechazan las acusaciones, asegurando que estaba abierto a todos los estudiantes sin importar su origen étnico. Organizaciones como LatinoJustice y la Hispanic Federation han expresado su preocupación, advirtiendo que la eliminación de programas con enfoque cultural puede debilitar la inclusión y la representación de las comunidades latinas en el sistema educativo. La decisión ha reavivado el debate sobre los límites legales de las políticas educativas dirigidas a minorías y podría sentar un precedente a nivel nacional.
En resumenLa orden de cerrar el programa “Latinos in Action” en Florida refleja una postura estricta de la administración Trump contra las políticas de enfoque étnico en la educación. Aunque se justifica en la igualdad de acceso, la medida es vista por sus críticos como un ataque a programas que buscan empoderar a comunidades minoritarias.