En su anuncio, realizado a través de su red social Truth Social, Trump declaró: “Estados Unidos impondrá un arancel del 100 % a China, además de cualquier arancel que esté pagando actualmente”. Además, informó que aplicará controles de exportación a “todo software crítico”.

La reacción de los mercados fue inmediata, con caídas superiores al 3% en los principales índices de Wall Street.

Pekín reaccionó acusando a Estados Unidos de actuar con “doble moral” y advirtió que las nuevas medidas afectan el diálogo económico.

A pesar de la dura medida, Trump afirmó que su intención es “ayudar a China, no perjudicarla”. Como consecuencia de la escalada, el presidente canceló una reunión prevista con su homólogo chino, Xi Jinping, a finales de octubre.