Además, Trump ha declarado que está considerando invocar la Ley de Insurrección de 1807, una norma que le permitiría desplegar tropas militares activas en suelo estadounidense para reprimir disturbios, una medida que no se ha utilizado en décadas y que es vista como una extralimitación del poder federal. La confrontación legal ya ha comenzado, con una jueza federal bloqueando temporalmente un despliegue similar en Portland, Oregón, argumentando que no existen «pruebas creíbles» de un riesgo de «rebelión».