UU., para saber si mi información es infundada».

La controversia se profundizó cuando The New York Times, citando a dos funcionarios estadounidenses anónimos, informó que efectivamente había colombianos a bordo de al menos una de las embarcaciones destruidas, validando la denuncia inicial del mandatario colombiano. Este episodio ha agudizado las tensiones entre Bogotá y Washington, en un contexto ya deteriorado por la descertificación de Colombia en la lucha antidrogas.