Una serie de ataques militares de Estados Unidos contra embarcaciones en el mar Caribe, justificadas como operaciones antinarcóticos, ha provocado una grave crisis diplomática con Colombia. El presidente Gustavo Petro denunció la muerte de ciudadanos colombianos en los bombardeos, una afirmación que la Casa Blanca exigió retractar pero que fue posteriormente confirmada por informes de prensa. Desde septiembre, las fuerzas militares estadounidenses han destruido al menos cuatro embarcaciones civiles cerca de las costas de Venezuela, causando la muerte de más de 20 personas. La administración Trump ha defendido estas acciones como parte de su lucha contra el narcotráfico, vinculando los barcos al régimen de Nicolás Maduro. La tensión escaló cuando el presidente Petro afirmó en su cuenta de X que tenía «indicios» de que «la última lancha bombardeada era colombiana con ciudadanos colombianos en su interior», calificando la situación como un «nuevo escenario de guerra» en el Caribe motivado por una «guerra por el petróleo». La Casa Blanca reaccionó de inmediato, calificando las declaraciones de «infundadas y reprochables» y exigiendo una retractación pública para «retomar un diálogo productivo». Lejos de retractarse, Petro redobló su postura, pidiendo a Washington que revelara la identidad y nacionalidad de las víctimas: «Que la Casa Blanca nos dé la información de las personas que han muerto por misiles de los EE.
UU., para saber si mi información es infundada».
La controversia se profundizó cuando The New York Times, citando a dos funcionarios estadounidenses anónimos, informó que efectivamente había colombianos a bordo de al menos una de las embarcaciones destruidas, validando la denuncia inicial del mandatario colombiano. Este episodio ha agudizado las tensiones entre Bogotá y Washington, en un contexto ya deteriorado por la descertificación de Colombia en la lucha antidrogas.
En resumenLos ataques militares de EE. UU. a barcos en el Caribe crearon una crisis con Colombia, después de que el presidente Petro denunciara víctimas colombianas. La Casa Blanca negó las acusaciones y pidió una retractación, pero informes de The New York Times, citando fuentes estadounidenses, confirmaron la versión de Petro, agravando la tensión bilateral.