Esta intervención busca estabilizar la moneda local y reforzar la alianza con un socio clave en la región.

El anuncio fue realizado por el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, tras cuatro días de “intensivas reuniones” en Washington con el ministro de Economía argentino, Luis Caputo. La medida se compone de dos elementos principales: una línea de crédito swap por 20.000 millones de dólares, diseñada para aliviar la crisis de liquidez del país, y la intervención directa del Tesoro estadounidense en los mercados de divisas mediante la compra de pesos.

Bessent justificó esta última acción afirmando que la moneda argentina está “infravalorada”.

Esta decisión representa un espaldarazo significativo al programa económico del presidente Milei y consolida la relación entre ambas administraciones.

Sin embargo, un artículo señala que la medida podría generar controversia, ya que “inversores estadounidenses acaudalados que tienen estrechos vínculos con Scott Bessent, secretario del Tesoro, saldrán ganando con el rescate de Argentina”. A pesar de las posibles críticas, la intervención es vista como un movimiento geopolítico para afianzar a un aliado en Sudamérica, en un momento en que la administración Trump busca fortalecer sus lazos en el hemisferio.