Además de los aranceles, que se suman a los ya existentes, el mandatario anunció que aplicará controles de exportación sobre “todo software crítico” para Pekín. La reacción de los mercados fue inmediata y severa, con los principales índices de Wall Street —Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq— registrando caídas superiores al 3%.

Esta medida representa el mayor enfrentamiento entre ambas potencias desde que acordaron una tregua para negociar una reducción de gravámenes. La tensión también tuvo consecuencias diplomáticas directas: Trump canceló el encuentro que tenía previsto con el presidente chino Xi Jinping a finales de octubre en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur, afirmando que “ahora no parece haber razón para hacerlo”.