Reportes denuncian el uso de vehículos sin identificación, agentes enmascarados y tácticas que incluyen la detención de ciudadanos estadounidenses por su apariencia física. En Chicago, la operación “Midway Blitz” ha llevado a la detención de al menos mil personas, muchas de las cuales han sido trasladadas a prisiones de máxima seguridad. Estas redadas han provocado protestas y han sido calificadas por organizaciones de derechos humanos como una vulneración de derechos fundamentales.

Como resultado de estas políticas, los cruces irregulares en la frontera sur cayeron a su nivel más bajo en 55 años durante el año fiscal 2025, con una reducción del 90% en comparación con la administración anterior. La Casa Blanca celebró estas cifras como el cumplimiento de la promesa de Trump de asegurar la frontera. Paralelamente, el gobierno ha implementado medidas como ofrecer incentivos económicos a menores no acompañados para que acepten la “autodeportación” y ha revocado protecciones como el Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de venezolanos, una decisión respaldada por la Corte Suprema. El presidente Petro de Colombia ha comparado estas políticas con una “guerra étnica”, equiparando el trato a los latinoamericanos con la persecución de los judíos por parte de Adolf Hitler.