La administración Trump ha intensificado la aplicación de leyes migratorias, con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevando a cabo redadas masivas que han generado temor generalizado en las comunidades latinas. Estas operaciones, caracterizadas por tácticas agresivas, han resultado en cientos de detenciones y múltiples denuncias de violaciones a los derechos humanos. Operativos a gran escala como la “Midway Blitz” en Chicago han llevado a la detención de al menos mil inmigrantes.
Activistas denuncian que los detenidos son trasladados a prisiones de máxima seguridad y que los agentes de ICE emplean tácticas intimidatorias, como el uso de vehículos sin identificación y helicópteros Black Hawk. Incluso se han reportado casos de niños y ciudadanos estadounidenses siendo sujetados con bridas durante los procedimientos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha llegado a acusar a Trump de promover una “guerra étnica” contra los latinoamericanos. El clima de miedo es tan palpable que en varias ciudades se han cancelado las celebraciones del Mes de la Herencia Hispana. Aunque estas políticas han contribuido a una caída histórica en los cruces fronterizos ilegales, también han coincidido con la cifra más alta de muertes de migrantes bajo custodia de ICE en 20 años.
En resumenLa política migratoria de línea dura de la administración Trump se ha traducido en redadas de ICE generalizadas y agresivas. Esto ha provocado detenciones masivas, un clima de miedo en las comunidades inmigrantes y acusaciones de abusos a los derechos humanos, a pesar de haber logrado una reducción en los cruces fronterizos ilegales.