El presidente Donald Trump ha anunciado un ambicioso plan de paz de 20 puntos para poner fin a la guerra en Gaza, logrando una aparente aceptación inicial de Israel y Hamás. La iniciativa, que busca la liberación de rehenes y un alto al fuego, está condicionada a un estricto ultimátum que amenaza con una escalada militar sin precedentes. El plan contempla un cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes en 72 horas, la retirada gradual de las tropas israelíes, el desarme de Hamás y la creación de un gobierno provisional tecnócrata supervisado por una junta internacional presidida por el propio Trump.
El mandatario se ha involucrado personalmente, enviando a su yerno Jared Kushner y al enviado Steve Witkoff a Egipto para ultimar los detalles.
Sin embargo, el componente más drástico de la estrategia es el plazo impuesto a Hamás, que vence el domingo a las 18:00 (hora de Washington). Trump advirtió que si el acuerdo no se acepta, “se desatará el infierno total, como nadie ha visto antes”. Hamás ha respondido aceptando parcialmente la propuesta, mostrando disposición para liberar a los cautivos y ceder la administración de Gaza, pero ha señalado que puntos clave como el desarme y las garantías de una retirada israelí completa requieren “negociaciones adicionales”.
En resumenEl proactivo plan de paz de Donald Trump para Gaza ha creado una ventana diplomática crítica, asegurando un acuerdo preliminar de Israel y una aceptación parcial de Hamás. Sin embargo, el éxito de la iniciativa depende de la respuesta del grupo islamista al ultimátum presidencial, que amenaza con una escalada militar masiva si no se alcanza un acuerdo final.