Sin embargo, este apoyo económico ha generado controversia tanto en Argentina como en Estados Unidos, donde ha sido cuestionado por legisladores demócratas.

Desde su encuentro en Nueva York, Trump y Milei han mostrado sintonía política, lo que ha facilitado las conversaciones para un rescate financiero de 20.000 millones de dólares destinado a estabilizar la economía argentina. El presidente Milei ha confirmado que el diálogo con Estados Unidos está en una etapa avanzada, negociando los detalles de un posible "swap" de monedas o la compra de deuda. No obstante, la ayuda ha encontrado obstáculos en el Congreso estadounidense.

Un grupo de 12 senadores demócratas, liderados por Amy Klobuchar y Elizabeth Warren, envió una carta al presidente Trump solicitando la cancelación del plan.

Los legisladores argumentan que el salvataje perjudicaría directamente a los agricultores estadounidenses.

Sostienen que la decisión de Milei de suspender las retenciones a las exportaciones de soja, financiada en parte por la ayuda de EE. UU., otorga a Argentina una ventaja competitiva desleal en el mercado global, en un momento en que los productores norteamericanos enfrentan altos aranceles y una caída en las compras de China.

Mientras tanto, la economía argentina enfrenta una creciente presión.

El gobierno de Milei ha destinado cientos de millones de dólares para frenar la depreciación del peso, y la demora en la concreción de la ayuda estadounidense ha comenzado a inquietar a los mercados, que ven cómo se agotan las reservas de dólares del país.