Al mismo tiempo, el gobierno ha lanzado operaciones de deportación masivas.
El ICE ha intensificado sus operativos, conocidos como "redadas", en ciudades y estados con alta población inmigrante, incluidas las llamadas "ciudades santuario" como Chicago y Nueva York.
La operación "Midway Blitz" en Chicago resultó en la detención de al menos mil inmigrantes.
Estas acciones, que continúan incluso durante el cierre del gobierno, han sido descritas como agresivas, con agentes federales utilizando tácticas de estilo militar, vehículos sin identificación y, en algunos casos, atando a niños y ciudadanos con bridas durante los procedimientos. Ante el temor, las comunidades se han organizado a través de redes de alerta, como grupos de WhatsApp, para evadir los operativos. Como parte de su política, la administración también ha propuesto un controvertido programa que ofrece 2.500 dólares a niños migrantes no acompañados para que acepten la "autodeportación", una medida calificada por organizaciones de derechos humanos como una forma de presión sobre menores vulnerables.












