El plan también proponía la creación de una autoridad de transición en Gaza, liderada por el propio Trump y con la participación de figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair, excluyendo a Hamás de cualquier futuro gobierno. El presidente estadounidense fijó un plazo hasta el domingo 5 de octubre para que Hamás aceptara la propuesta, advirtiendo que, de lo contrario, “se desatará el infierno como nadie ha visto antes”. En respuesta, Hamás comunicó a los mediadores su aceptación parcial del plan, mostrando disposición a liberar a todos los prisioneros a cambio de un intercambio y a ceder el poder a un organismo palestino independiente, pero señaló que varios puntos requerían “consultas adicionales”. Tras este anuncio, Trump instó a Israel a detener los bombardeos: “¡Israel debe detener de inmediato el bombardeo de Gaza para que podamos liberar a los rehenes de forma segura y rápida!”. A pesar de los avances diplomáticos, la situación en el terreno siguió siendo volátil, con el ejército israelí continuando sus operaciones en la Franja de Gaza.