El gobierno federal de Estados Unidos entró en un cierre parcial, conocido como ‘shutdown’, tras el fracaso de las negociaciones presupuestarias en el Congreso. La parálisis administrativa, que se extendió por varios días, se originó por un profundo desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre la financiación de subsidios para el programa de salud Obamacare. La crisis se desató cuando el Senado no logró reunir los 60 votos necesarios para aprobar ninguna de las propuestas de financiación, ni la republicana ni la demócrata. El punto central del conflicto fue la exigencia del Partido Demócrata de renovar los subsidios del programa sanitario conocido como Obamacare, que expiraban a final de año. Los republicanos, por su parte, se negaron a extenderlos, argumentando que el programa beneficiaba a migrantes indocumentados y que necesitaba una “reforma urgente”.
Mientras el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, acusaba a los republicanos de provocar una “crisis de salud”, el líder de la mayoría republicana, John Thune, instaba a la oposición a “liberar al rehén” y reabrir el gobierno antes de discutir cualquier tema sanitario. En medio del estancamiento, el presidente Donald Trump se mostró abierto a una negociación, declarando: “Me gustaría ver un acuerdo sobre el cuidado de la salud; Obamacare ha sido un desastre, como saben”.
En una rueda de prensa, añadió: “Aguanten, pueden pasar cosas buenas”.
Sin embargo, Trump también calificó el cierre como una “oportunidad sin precedentes” para evaluar qué “agencias demócratas” podría recortar de forma temporal o permanente. La parálisis afectó a más de 750.000 empleados federales, que fueron suspendidos o trabajaron sin sueldo, y provocó el cierre de servicios no esenciales, parques nacionales y museos, generando una pérdida económica estimada en 400 millones de dólares diarios.
En resumenEl cierre del gobierno federal, provocado por un punto muerto en el Congreso sobre los subsidios de Obamacare, dejó a cientos de miles de empleados sin salario y paralizó servicios clave. A pesar de que el presidente Trump se mostró dispuesto a negociar un acuerdo sobre la atención médica, también amenazó con realizar despidos y recortes permanentes, mientras ambos partidos se culpaban mutuamente por la crisis.