"La era del liderazgo políticamente correcto y excesivamente sensible termina ahora mismo", sentenció Hegseth.

Por su parte, el presidente Trump reforzó este mensaje al hablar de una "invasión desde dentro", refiriéndose a la situación en ciudades gobernadas por demócratas. En su discurso, justificó el despliegue de tropas a nivel nacional y llegó a proponer el uso de estas ciudades como "campo de entrenamiento" para los militares.

"Vamos a poner en orden una por una", advirtió Trump, declarando que la situación en estas urbes es "también una guerra, una guerra interna".

Esta retórica ha generado preocupación por la politización de las fuerzas armadas y el enfoque en amenazas internas por encima de las externas.