El gobierno de Estados Unidos se enfrenta a una parálisis presupuestaria debido a profundos desacuerdos en el Congreso, una situación que el presidente Donald Trump ha descrito como una oportunidad para realizar recortes significativos en agencias federales. Este es el primer cierre, o ‘shutdown’, en casi siete años, y el anterior también ocurrió bajo una administración de Trump. El estancamiento actual comenzó el 1 de octubre, después de que republicanos y demócratas no lograran un acuerdo sobre la financiación del gobierno. El principal punto de discordia es el gasto en salud; los demócratas exigen la restitución de subsidios del programa ‘Obamacare’ y la reversión de recortes en Medicaid, mientras que los republicanos proponen extender la financiación actual sin modificaciones. El presidente Trump ha culpado públicamente a los demócratas por el bloqueo y ha amenazado con tomar medidas drásticas.
En una declaración, afirmó que el cierre le brinda una “oportunidad sin precedentes” y se reunió con su director de presupuesto, Russell Vought, para identificar “cuáles de las muchas agencias demócratas” podrían ser recortadas.
Además, advirtió sobre despidos masivos, declarando que los afectados “serán demócratas”.
El impacto económico es considerable, con aproximadamente 750.000 empleados federales suspendidos temporalmente y pérdidas de ingresos estimadas en 400 millones de dólares diarios. Servicios no esenciales como parques nacionales y museos se han visto afectados, y la incertidumbre amenaza con perturbar el tráfico aéreo y el pago de ayudas sociales. El último cierre prolongado, que duró 35 días entre 2018 y 2019, redujo el Producto Interno Bruto en unos 11.000 millones de dólares, lo que subraya los altos riesgos económicos y políticos de la parálisis actual.
En resumenEl cierre del gobierno, originado por una disputa partidista sobre el presupuesto de salud, ha suspendido servicios federales y dejado a miles de empleados sin sueldo. El presidente Trump ha aprovechado la crisis para amenazar con recortes y despidos en agencias que considera de tendencia demócrata, agudizando la tensión política y generando una significativa incertidumbre económica.