El presidente Donald Trump autorizó el controvertido despliegue de la Guardia Nacional y otras tropas federales en varias ciudades estadounidenses, como Portland, justificando la medida como una respuesta a una “invasión interna” de migrantes y “terroristas domésticos”. Esta decisión ha generado una fuerte oposición y demandas por parte de autoridades locales, que la consideran una militarización innecesaria y un abuso de poder presidencial. La orden más destacada fue el envío de tropas a Portland, Oregón, con el objetivo de “proteger” las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que según Trump estaban “bajo asedio de Antifa y otros terroristas nacionales”. El mandatario autorizó “el uso de toda la fuerza, si fuera necesario”, una medida que sigue a despliegues similares en Los Ángeles y Washington D.C.
La retórica de Trump se endureció al dirigirse a altos mandos militares, a quienes les dijo que Estados Unidos está “bajo una invasión desde dentro” y que ciudades peligrosas como San Francisco, Chicago y Nueva York serían utilizadas como “campo de entrenamiento para nuestros militares”.
Esta postura fue rechazada enérgicamente por los líderes locales.
La gobernadora de Oregón, Tina Kotek, afirmó que “no hay insurrección, no hay amenaza a la seguridad nacional y no hay necesidad de tropas militares en nuestra ciudad”, mientras que el alcalde de Portland calificó la medida de “indeseada, innecesaria y antiamericana”. La decisión de Trump rompe con la tradición que prohíbe el uso de soldados para asuntos domésticos y ha sido vista por analistas como una estrategia para consolidar una agenda autoritaria.
En resumenEl despliegue de tropas federales en ciudades estadounidenses para fines de orden interno representa una escalada significativa en el uso del poder ejecutivo por parte de la administración Trump. Al enmarcar la protesta y la inmigración como una “guerra interna”, el presidente desafió la autonomía de los gobiernos locales y generó una crisis constitucional sobre los límites entre la autoridad militar y la civil.