La Corte Suprema de Estados Unidos emitió un fallo que permite al gobierno de Trump proceder con la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de migrantes venezolanos. Esta decisión deja a una gran comunidad de beneficiarios en un estado de incertidumbre y con un riesgo inminente de deportación. El Estatus de Protección Temporal es una designación humanitaria que la legislación estadounidense otorga a ciudadanos de países afectados por conflictos armados, desastres naturales u otras catástrofes, permitiéndoles vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos de forma temporal.
La administración Trump había intentado poner fin a esta protección para los venezolanos desde 2021, argumentando que las condiciones que originaron la designación ya no justificaban su continuidad. La disputa legal llegó hasta la máxima instancia judicial, que finalmente falló a favor del gobierno.
La decisión afecta a una población considerable; los artículos mencionan cifras que suman cientos de miles de personas, con protecciones que para 350.000 beneficiarios vencieron en abril y para otros 250.000 se vencerán en noviembre. Mientras el litigio continúa en tribunales inferiores, la luz verde de la Corte Suprema deja a estos migrantes en un limbo legal, expuestos a ser deportados una vez que sus permisos expiren. Organizaciones de la comunidad venezolana han denunciado la medida, advirtiendo sobre las consecuencias humanitarias de devolver a estas personas a un país que sigue enfrentando una profunda crisis.
En resumenEl fallo de la Corte Suprema representa un avance significativo en la agenda de inmigración de la administración Trump, al validar su autoridad para terminar programas de protección humanitaria como el TPS. Para cientos de miles de venezolanos que habían encontrado refugio en Estados Unidos, la decisión significa la pérdida de su estatus legal y la posibilidad real de ser deportados, agravando la crisis migratoria en la región.