Esta escalada proteccionista busca, según el presidente, fortalecer la industria local, pero reaviva los temores sobre la inflación y las represalias comerciales.

Las nuevas medidas se encuentran entre las más severas desde que Trump inició su guerra comercial.

Se aplicará un arancel del 100% a todos los productos farmacéuticos de marca o patentados, a menos que la empresa fabricante esté construyendo una planta en Estados Unidos. Además, se impondrá un arancel del 25% a todos los camiones pesados, un 50% a los gabinetes de cocina y tocadores de baño, y un 30% a los muebles tapizados. Trump justificó los aranceles a los camiones por "propósitos de seguridad nacional".

En una medida adicional, propuso un arancel del 100% sobre todas las películas producidas fuera de EE.

UU., acusando a otras naciones de "robar" la industria cinematográfica estadounidense. Estas acciones son consistentes con la agenda "America First" de Trump, destinada a reducir el déficit comercial de EE.

UU. y revitalizar la manufactura nacional.

Los anuncios, realizados a través de su plataforma Truth Social, no especifican si los países con acuerdos comerciales existentes estarían exentos, lo que genera una gran incertidumbre económica global.