El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha convocado de manera sorpresiva y urgente a cientos de los más altos comandantes militares de Estados Unidos a una reunión en Quantico, Virginia. La falta de una razón oficial para el encuentro, en el que también se espera la participación del presidente Trump, ha generado alarma y especulación en el Pentágono. La directiva, enviada con poca antelación, ordena la presencia de todos los oficiales generales y almirantes con rangos de una a cuatro estrellas (O-7 a O-10) de todo el mundo, junto con sus principales asesores, lo que podría sumar más de mil asistentes. La naturaleza sin precedentes de la convocatoria, por su magnitud y secretismo, ha causado una profunda preocupación entre los oficiales. Una fuente citada por The Washington Post afirmó: "La gente está muy preocupada.
No tienen ni idea de lo que significa".
Esta reunión se produce en un contexto de cambios drásticos en el Pentágono bajo el liderazgo de Hegseth, quien recientemente rebautizó el Departamento de Defensa como "Departamento de Guerra" y ha despedido a varias figuras clave del alto mando, como el exjefe del Estado Mayor Conjunto, general Charles Q. Brown Jr., y la almirante Lisa Franchetti.
El presidente Trump restó importancia al evento, cuestionando por qué era "tan importante", aunque no descartó su asistencia.
Sin embargo, fuentes militares insisten en que es extremadamente inusual convocar a tantos líderes militares globales a un solo lugar sin una agenda clara, lo que alimenta la incertidumbre sobre el propósito de la reunión.
En resumenUna reunión secreta y sin precedentes de cientos de los más altos mandos militares de EE. UU. ha sido convocada por el Secretario de Defensa Pete Hegseth, con la posible asistencia del Presidente Trump. La falta de una agenda clara ha causado una gran preocupación en el estamento militar, especialmente en el contexto de la reciente oleada de despidos de altos oficiales bajo el liderazgo de Hegseth.