El presidente Donald Trump ha prometido una ofensiva contra el narcotráfico que vincula al régimen venezolano, mientras Caracas se prepara para una posible agresión externa. En discursos recientes, incluido uno ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Trump ha adoptado una retórica beligerante, advirtiendo que a los narcotraficantes que operan desde Venezuela "los haremos saltar por los aires".

Esta amenaza se materializó con al menos tres ataques letales contra embarcaciones en el Caribe, que según Washington transportaban drogas y estaban vinculadas a redes criminales como el Tren de Aragua.

Estas operaciones han dejado un saldo de al menos 14 muertos.

La administración Trump acusa directamente a Nicolás Maduro de liderar una red de cárteles, justificando así el uso de la fuerza militar. En respuesta a lo que considera "amenazas peligrosas" y una agresión inminente, el gobierno de Maduro ha anunciado la preparación de un "decreto de conmoción externa". Este decreto, amparado en la Constitución venezolana, le otorgaría facultades excepcionales para tomar el control militar de infraestructuras estratégicas y servicios públicos, desplegar a la Fuerza Armada en todo el país, cerrar fronteras y activar a las milicias civiles. La vicepresidenta Delcy Rodríguez explicó que la medida busca "blindar constitucionalmente" al país ante cualquier agresión.

La situación ha generado una condena por parte del presidente colombiano Gustavo Petro, quien calificó los ataques estadounidenses como "actos de tiranía" y exigió una investigación penal contra los responsables, incluido Trump.