La administración Trump revocó la visa del presidente colombiano Gustavo Petro, una medida que ha escalado las tensiones diplomáticas entre ambos países. La decisión se produjo después de que el mandatario colombiano participara en una manifestación en Nueva York donde instó a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes. El Departamento de Estado de Estados Unidos justificó la cancelación de la visa citando las “acciones imprudentes e incendiarias” del presidente Petro durante una protesta propalestina en Nueva York. En dicho evento, el mandatario colombiano declaró: “Le pido a todos los soldados del Ejército de los Estados Unidos no apuntar contra la humanidad sus fusiles. Desobedezcan la orden de Trump; obedezcan la orden de la humanidad”. La reacción de Petro fue de rechazo a la medida, afirmando “No me importa” y argumentando que, por su ciudadanía europea, no necesita visa sino un permiso ESTA. Además, sostuvo que la revocatoria viola las normas de inmunidad diplomática de la ONU y propuso trasladar la sede del organismo fuera de Nueva York.
La decisión generó una profunda división en Colombia.
El expresidente Iván Duque calificó la conducta de Petro como “irracional”, mientras que líderes gremiales advirtieron sobre los “costos inmensos” para el país.
En contraste, el ministro del Interior, Armando Benedetti, defendió al presidente, sugiriendo que a quien se le debería revocar la visa es al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
En Estados Unidos, congresistas republicanos como María Elvira Salazar respaldaron la decisión, calificando las acciones de Petro como una “vergüenza internacional”. Este incidente se suma a tensiones previas, como la descertificación de Colombia en la lucha antidrogas, y marca la segunda vez que a un presidente colombiano en ejercicio se le retira el visado, siendo el primero Ernesto Samper en la década de los noventa.
En resumenLa revocación de la visa del presidente Petro por parte del gobierno de Trump, justificada por sus declaraciones en Nueva York, ha provocado una crisis diplomática. Mientras Petro denuncia una violación a la inmunidad diplomática, la medida ha generado división en Colombia y respaldo entre los republicanos en EE. UU., deteriorando aún más las relaciones bilaterales.