El presidente Donald Trump ha generado una considerable controversia al amenazar con mover partidos del Mundial de Fútbol 2026 programados en ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Esta advertencia introduce una fuerte tensión política en la organización de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá. Desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump justificó su postura argumentando que ciudades como Seattle y San Francisco, al igual que la mayoría de las 11 sedes estadounidenses, están gobernadas por “lunáticos de la izquierda radical”. El Lumen Field de Seattle y el Levi's Stadium de Santa Clara (área de San Francisco) tienen programados seis partidos cada uno, una porción significativa del calendario del torneo. La amenaza de reubicación de estos 12 partidos implicaría una reestructuración logística y económica a gran escala, con un impacto directo en el turismo y los ingresos fiscales de las ciudades afectadas.
Trump fue enfático en su declaración: “Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial, dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos.
Trasladaremos los partidos a otras ciudades”.
Aunque legalmente el presidente no tiene la potestad de modificar las sedes, ya que esta recae exclusivamente en la FIFA, su estrecha relación con el presidente del organismo, Gianni Infantino, podría permitirle ejercer una influencia política considerable. La decisión final sobre las sedes se perfilará cerca del sorteo del Mundial, programado para el 5 de diciembre en Washington, un evento al que se espera que Trump asista y que podría utilizar como plataforma para presionar a los organizadores.
En resumenLa amenaza de Donald Trump de reubicar partidos del Mundial 2026 en ciudades demócratas por motivos de seguridad introduce un elemento de presión política en la organización del evento. Aunque carece de autoridad legal directa, su influencia sobre la FIFA podría alterar la planificación y generar un impacto económico significativo en las sedes afectadas.