Desobedezcan la orden de Trump. Obedezcan la orden de la humanidad”. Esta alocución fue el detonante para la drástica medida diplomática.

El Departamento de Estado de EE. UU. comunicó oficialmente la revocación de la visa a través de sus redes sociales, argumentando que Petro había incitado a la violencia y a la desobediencia militar. La reacción en Colombia fue dividida; mientras el ministro del Interior, Armando Benedetti, defendió al presidente, el exmandatario Iván Duque criticó lo que describió como una “conducta irracional” que ponía en riesgo una relación bilateral de 200 años. Por su parte, el presidente Petro reaccionó a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), afirmando que la decisión “rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General”. Analistas políticos señalan que, aunque la medida no afecta su condición de jefe de Estado, representa un punto de quiebre en las relaciones entre Bogotá y Washington, abriendo un capítulo de incertidumbre.