Se produjo un notorio incidente diplomático en la Asamblea General de la ONU cuando la delegación de Estados Unidos se retiró del recinto mientras el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pronunciaba su discurso. La retirada fue una protesta directa a las duras críticas de Petro contra la administración Trump, especialmente en lo referente a la política antidrogas y los ataques militares en el Caribe. En su intervención, Petro calificó la reciente “descertificación” de Colombia en la lucha antidrogas como una medida sin “ningún derecho, ni humano, ni divino y sin razón mental”. Acusó a la política exterior de Trump hacia la región de ser asesorada por “colombianos que son aliados políticos de la mafia de la cocaína”.
El punto de mayor tensión llegó cuando Petro exigió abrir un proceso penal contra funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Trump, por los ataques a embarcaciones en el Caribe, donde, según él, murieron “jóvenes pobres” y no narcotraficantes. “Trump no solo deja que caigan misiles contra los jóvenes en el Caribe... se hace cómplice del genicidio”, afirmó Petro, comparando la situación con la guerra en Gaza. En respuesta a estas declaraciones, la delegación estadounidense, que incluía al delegado permanente Mike Waltz, abandonó la sala.
Posteriormente, un portavoz del Departamento de Estado declaró que “las acciones de nuestra delegación este martes hablan por sí mismas”.
El episodio evidencia el profundo deterioro en las relaciones entre los dos históricos aliados y la creciente distancia entre las administraciones de Petro y Trump.
En resumenEl retiro de la delegación estadounidense durante el discurso del presidente Petro en la ONU simboliza una grave fractura diplomática, impulsada por las acusaciones de Colombia contra la política antidrogas y las acciones militares de la administración Trump en el Caribe.