El conflicto en Gaza fue un tema central en la Asamblea General de la ONU, donde el presidente Donald Trump fijó una postura firme en contra del reconocimiento unilateral de un Estado palestino. Su posición contrasta con la de otros líderes mundiales y fue duramente criticada por el presidente colombiano Gustavo Petro, quien lo acusó de complicidad en un genocidio. En su discurso, Trump instó a “detener la guerra en Gaza inmediatamente”, pero condicionó la paz a la liberación de los rehenes en poder de Hamás. Rechazó categóricamente el reconocimiento unilateral de Palestina, afirmando que sería “una recompensa para los terroristas de Hamás por sus horribles atrocidades”.
Esta declaración se produjo en un contexto en el que países como Reino Unido, Francia y Canadá han reconocido recientemente al Estado palestino. En contraposición, el presidente Petro lanzó una de sus acusaciones más graves contra Trump, calificándolo de “cómplice del genocidio” por permitir “que lancen misiles contra niños, jóvenes, mujeres y ancianos en Gaza”. Petro fue más allá y propuso a las naciones del mundo “unir ejércitos y armas” para “liberar a Palestina” mediante una fuerza armada internacional votada por la Asamblea General, sin posibilidad de veto.
Según el mandatario colombiano, “la diplomacia ya acabó su papel” y es momento de acciones contundentes para detener lo que considera una “barbarie”.
En resumenFrente al conflicto en Gaza, Trump abogó por una paz negociada condicionada a la liberación de rehenes, oponiéndose al reconocimiento de Palestina por considerarlo un premio al terrorismo. Esta postura lo sitúa en confrontación directa con otros líderes, como Gustavo Petro, que lo acusan de genocidio y proponen una intervención armada internacional.