Esta no es la primera vez que Trump amenaza con esta medida, ya que lo había hecho durante su primer mandato. Sin embargo, la ley actual de Estados Unidos no permite fácilmente la designación de organizaciones domésticas como terroristas, lo que presenta un obstáculo legal para la implementación de su promesa. La medida es vista como parte de una estrategia más amplia de la administración para reprimir a sus adversarios políticos, que también ha incluido amenazas a medios de comunicación y presiones sobre el Departamento de Justicia.