El gobierno de Donald Trump ha descertificado a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, una medida que no se tomaba en casi tres décadas y que genera un grave golpe diplomático. Washington culpa directamente al "desacertado liderazgo" del presidente Gustavo Petro por el aumento récord en los cultivos de coca y la producción de cocaína. La decisión, formalizada en un comunicado del Departamento de Estado, elimina a Colombia de la lista de países que cumplen con sus obligaciones antinarcóticos. El secretario de Estado, Marco Rubio, reforzó esta postura al calificar a Petro de "errático" y de no ser "un buen socio". A pesar de la gravedad de la medida, la Casa Blanca concedió una exención o "waiver" por interés nacional, lo que permite que la cooperación y la asistencia militar continúen por ahora, aunque bajo un escrutinio mucho más estricto.
El embajador de EE.
UU. en Bogotá, John McNamara, afirmó que la decisión "no debería sorprender" al gobierno colombiano y delineó tres condiciones para reconsiderarla: reducir los cultivos ilícitos, incrementar las incautaciones y restablecer "con urgencia las extradiciones de narcoterroristas".
La reacción del presidente Petro fue contundente, calificando la descertificación como "una injusticia, una grosería profunda" y argumentando que EE.
UU. ha fracasado en controlar su propio consumo.
Además, anunció el fin de la dependencia colombiana del armamento estadounidense.
En resumenEstados Unidos ha descertificado los esfuerzos antinarcóticos de Colombia, culpando directamente a las políticas del presidente Petro por el récord en la producción de cocaína. Aunque una exención por interés nacional evita recortes de ayuda inmediatos, la medida crea una tensión diplomática significativa y pone a Colombia bajo una intensa presión para mostrar resultados concretos en erradicación, interdicción y extradición.