Un funcionario afgano declaró que un acuerdo para devolver Bagram "no es posible", rechazando de plano la amenaza del mandatario estadounidense.

Este enfrentamiento verbal revive el debate sobre las consecuencias de la retirada de EE. UU. y la OTAN de Afganistán y muestra la postura beligerante de Trump en su política exterior, utilizando la extorsión como herramienta diplomática.