El magistrado señaló en su fallo que las denuncias no deben ser utilizadas como plataformas para “injuriar” o “desahogarse contra un adversario”.

A pesar de este revés inicial, la demanda es un claro ejemplo de la estrategia de Trump de utilizar el sistema judicial para atacar a sus críticos en la prensa. El presidente acusa al diario de publicar artículos que, según él, afectaron negativamente el valor de su memecoin, vinculando la cobertura periodística a pérdidas económicas directas. Esta no es la primera vez que Trump litiga contra medios de comunicación, pero la magnitud de la compensación exigida en este caso es notable.

Su equipo legal argumenta que las publicaciones del periódico constituyen una campaña de difamación pública y calumnias con el objetivo de dañar su reputación y sus intereses comerciales. La acción judicial se enmarca en un contexto más amplio de ataques verbales y amenazas contra periodistas y medios que son críticos con su gestión, a los que frecuentemente califica de “enemigos del pueblo”.