La administración Trump ha intensificado significativamente la presencia militar estadounidense en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela, generando una escalada de tensión con el gobierno de Nicolás Maduro. La operación, justificada por Washington como una ofensiva antinarcóticos contra el Cartel de los Soles, ha incluido el despliegue de avanzados aviones de combate F-35B en Puerto Rico y ataques directos a embarcaciones venezolanas. El presidente Trump ha confirmado públicamente la destrucción de al menos tres lanchas en aguas internacionales, calificando a sus tripulantes como “narcoterroristas” y lanzando una dura advertencia: “¡Atención!
Si transportas drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡te vamos a cazar!”.
Estas acciones militares, descritas como “ataques cinéticos”, han sido presentadas como un éxito, con Trump afirmando que las drogas ya no ingresan por el océano.
Además, el mandatario ha mantenido una postura ambigua sobre una posible intervención armada directa, declarando a la prensa: “Veremos qué pasa”. En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro ha calificado el despliegue como una “amenaza a su soberanía” y una “agresión en toda la línea” destinada a forzar un cambio de régimen.
Caracas ha denunciado que las acciones de EE.
UU. son una “provocación directa” y ha respondido con sus propios ejercicios militares en el Caribe, denominados “Operación Caribe Soberano 200”, movilizando buques, aeronaves y blindados anfibios.
Maduro ha acusado a Washington de usar el narcotráfico como pretexto para una “invasión gringa” y ha afirmado que su país responderá militarmente si es agredido.
En resumenEl despliegue militar de EE. UU. en el Caribe, con el hundimiento de embarcaciones venezolanas, ha elevado la tensión a un punto crítico. Mientras Trump justifica las acciones como una guerra contra el narcotráfico y no descarta una intervención, el gobierno de Maduro las interpreta como una agresión directa a su soberanía y responde con sus propias maniobras militares, creando un escenario de alta confrontación en la región.