¡Si es necesario declararé una emergencia nacional y federalizaré!!

!”, escribió el mandatario.

Esta amenaza se enmarca en un conflicto más amplio sobre las políticas de “ciudades santuario” y la autoridad federal en materia de inmigración. Trump ha presionado por un mayor control federal sobre la capital, una ciudad de mayoría demócrata, y ya en agosto había ordenado el despliegue de la Guardia Nacional para combatir la delincuencia, argumentando que la ciudad era una de las más peligrosas del mundo, una afirmación que contradice las cifras oficiales de la alcaldía. La Ley de Autonomía del Distrito limita la capacidad del presidente para intervenir en asuntos locales, aunque le permite desplegar la Guardia Nacional en emergencias. La amenaza de federalizar la policía local representa una escalada significativa en la disputa entre la Casa Blanca y el gobierno de la ciudad, centrada en la autonomía local y la política migratoria.