Se esperaban protestas en Londres por parte de detractores del mandatario estadounidense. Además, un grupo de activistas proyectó imágenes de Trump junto al delincuente sexual Jeffrey Epstein en el Castillo de Windsor, generando polémica. La visita de Trump lo convirtió en el primer mandatario extranjero en ser recibido dos veces por la realeza británica en una visita de Estado, subrayando la importancia histórica de la alianza, aunque medios como 'The Washington Post' analizaron que la relación es más de imagen que de realidad debido a las crecientes discrepancias políticas.