La visita subraya la sólida alianza entre la administración Trump y el gobierno de Benjamin Netanyahu, a pesar del malestar diplomático causado por la operación. Durante su visita en septiembre de 2025, Rubio se reunió con el primer ministro Netanyahu, quien describió a Trump como “el mayor amigo que Israel haya tenido jamás” y afirmó que la alianza bilateral “nunca ha sido tan fuerte”. Rubio, por su parte, aseguró que la erradicación de Hamás es una condición indispensable para la paz, declarando que “el pueblo de Gaza merece un futuro mejor, pero ese futuro mejor no puede comenzar hasta que Hamás sea eliminado”. El viaje de Rubio se produjo días después de que Israel atacara a miembros de Hamás en Catar, un aliado clave de EE.

UU. en la región.

El presidente Trump expresó su descontento con el ataque, calificándolo de “desafortunado incidente”, pero la visita de Rubio sirvió para mitigar las tensiones y reiterar el respaldo a Israel. Además, el secretario de Estado prometió que Washington mantendrá la “máxima presión” sobre Irán para impedir que desarrolle armas nucleares, calificando el programa nuclear iraní como un “riesgo inaceptable” para el mundo. La diplomacia de Rubio buscó equilibrar el apoyo a Israel con la necesidad de mantener a Catar como un mediador constructivo en el conflicto.