El ataque ocurrió mientras respondía preguntas sobre la violencia armada.

El presidente Trump reaccionó de inmediato, calificando el hecho como un “asesinato político” y responsabilizando a la “izquierda radical” por fomentar un clima de odio. En un video, Trump prometió justicia y anunció que Kirk recibiría póstumamente la Medalla Presidencial de la Libertad. La investigación condujo a la detención de Tyler Robinson, un joven de 22 años sin antecedentes penales significativos.

Su captura fue posible gracias a que su padre lo reconoció en las imágenes difundidas y lo persuadió para que se entregara. Las autoridades revelaron que en las balas utilizadas se encontraron mensajes grabados como “Hey, fascista, ¡Atrápalo!” y “Bella ciao”, un himno de la resistencia antifascista, lo que refuerza la hipótesis de una motivación ideológica. El caso ha sido calificado por el gobernador de Utah, Spencer Cox, como un “ataque contra el experimento americano”, y ha llevado a la Fiscalía a solicitar la pena de muerte para Robinson.

Este suceso se enmarca en un contexto de creciente violencia política en EE.

UU., alimentando temores sobre una mayor erosión democrática e inestabilidad.