Trump ha mantenido una postura ambigua pero amenazante sobre una posible invasión, declarando: “Veremos qué pasa”.

En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado estas acciones como una “agresión integral” y un preludio para un “cambio de régimen”. Maduro afirmó que los canales de negociación con EE.

UU. están “desechos” y ordenó el despliegue de miles de efectivos militares en las costas y fronteras. Diosdado Cabello, alto funcionario del chavismo, admitió la ocurrencia de los ataques pero negó cualquier vínculo de las víctimas con el narcotráfico, calificándolos de “asesinato”. La situación ha generado preocupación en la región, y un grupo de senadores demócratas en EE. UU. ha exigido a la Casa Blanca explicaciones sobre la legalidad de estas operaciones militares.