Además, se encontraron mensajes provocadores en las balas utilizadas, como la frase “Bella ciao”, un himno antifascista.

Mientras figuras conservadoras utilizaron el crimen para atacar a sus adversarios, pidiendo incluso designar el movimiento trans como terrorista, líderes como el gobernador Cox, aunque calificó el hecho de “asesinato político”, también hicieron un llamado a la civilidad. Este trágico suceso y las reacciones posteriores reflejan un entorno político peligrosamente dividido, donde la violencia es cada vez más temida como una consecuencia inevitable de la retórica extremista.